Una ruta de asfalto prácticamente llano de 17'4 km para estirar piernas y que entre hambre. Y encima uno iba medio tocao de un sóleo y otro con los muslos "engarrotaos" de los cambios del otro día. Total, una pena de personal. Eso sí, nos hemos divertido.
Y el final estaba en la casa de Sebastián Conejo que nos ha deleitado con un desayuno a base de fruta, leche, rebanás de pan con una aceitera tamaño XXL y de todo para echarle al pan: jamón, atún, tomate...
Y tras ese pedazo de desayuno unas cervecitas como mandan los cánones del atletismo, que dicen que son muy buenas para todo menos para si te pilla la Guardia Civil.
Y antes de esa panzá de desayunar, una duchita y un remojón en la piscina que te deja más a gusto que un gato al lado de una estufa. Basta con ver las fotos.


2 comentarios:
ay¡ si m lo llego a oler....
y mientras, yo solita, a eso de las 11:30 del medio dia, x aquello de no madrugar....subiendo al santo a ritmo de tortuga y con reglazo...genial¡¡
Los aloreños os lo pasáis bien entrenando y sobre todo después de las carreras os reponeis de energía bien.
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