ENTRENAR ULTRAS:TRUCOS PARA ENTRENAR EL COCO

No te creas que te voy a decir cuántos kilómetros hay que entrenar o cuántas horas mejor dicho, pues los que de vez en cuando hacemos ultras hablamos más de horas que de kilómetros.
Lo que te voy a decir son algunas pautas para que las adecues a tus gustos. Pero pautas para llevar preparada la cabeza, para intentar que no decaiga el ánimo cuando las horas pasan y el tonto sigue corriendo.
Por ejemplo, qué pensar cuando empieza a hacerse largo el camino y ya la cabeza entra en la fase de ¿qué c*** hago yo aquí?. Lo mejor de todo es pensar que estás ahí porque te ha dado la gana y tienes los huevos u ovarios suficientes para llegar a meta sea como sea. Y sea como sea es eso: cueste lo que cueste a no ser que un hueso se me asome por la rodilla y vaya dejando rastro de sangre. Ahí ya sí que hay que parar. Tú me entiendes lo que quiero decir.
Nadie te ha obligado a hacer esa ultra. Es más, te has estado machacando meses para poder participar con garantías de al menos entrar bajo el arco de meta. Así que ¡qué leches! aunque sea a cuatro patas pero llego.
Yo en esos momentos también pienso en la emoción de la meta. Es más, me emociono más pensando en llegar a meta que al pasar bajo el arco, que solamente es una circunstancia más de la prueba: el final. Lo bonito es el "mientras".

Otro ejemplo que puedes usar y da resultado es un premio. En las tiradas largas cuando llevas dos horas te comes una chocolatina que te gusta mucho. Un pequeño capricho "que me he ganao". Pues durante una ultra lleva varias y asocia el tiempo a esa chocolatina. Si empiezas a venirte abajo piensa que en un rato te zampas una chocolatina de esas. Quien dice chocolatina puede decir... una hamburguesa triple cada dos horas de carrera (me como 5 al terminar).

Otra cosa muy positiva es no pensar en el recorrido como una sola pieza. Repártela mentalmente o sobre el mapa en casa los dias antes en varios tramos. Y cuando pases uno lo olvidas y empiezas desde cero a pensar en el que llevas.
Es lo que hago en Ronda con los 101. Voy hasta el Ascari, Alcalá, Setenil, cuartel de la Legión, Montejaque... así hasta meta. El siguiente objetivo está a no más de 20 kilómetros siempre.

Y sobre todo pensar toooodo el tiempo mi frase favorita, que estrené en el Mont Blanc: "cada kilómetro habrá valido la pena".

(Esta entrada la pongo por petición de un visitante habitual a este blog que me dijo que la mitad de lo que hay escrito por ahí de este tema son cosas demasiado superficiales y no encuentra nada de alguien en primera persona que lo cuente como lo vive. Pues así es como yo vivo las ultras y llevo el coco).