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"Este corredor era uno de los tres de la cola junto a un matrimonio,
cuando me pegué a él empezando a subir la primera colina de la Capitana y
empecé a entablar conversación, me comentó que en una racha de
viento se le volaron las gafas y que incluso tenía problema para ver de
lejos, ya me pegué a él y no lo dejé en ningún momento hasta la entrada
en meta, nos despedimos en meta y quedamos en vernos si podíamos en los
101 que el lo haría en la modalidad de duatlón. Por supuesto dimos las
gafas por perdidas, después de + de dos horas juntso pateando la sierra y
dándole todos los ánimos posible para terminar la prueba entablamos una
pequeña amistad. La sorpresa es cuando al otro día compañeros del
club se van al monte a terminar de limpiar y dan el aviso de que se han
encontrado unas gafas, a partir de hay empezamos a buscar teléfono y
dirección, nada más que damos con el teléfono me pongo en contacto con él y
le cuento la buena noticia, él no se lo cree, quedo con él y al otro
día me traslado a su localidad de origen Marbella y le hago entrega de
las famosas gafas".
J. M. Florido.
J. M. Florido.
2 comentarios:
Yo soy el de las gafas, que no el de la foto, porque mi dorsal era el 404. Me encantó la prueba, y ya quiero repetirla, pero dándome caña y corriendo en más tramos.
Estupenda la organización en cuanto a balizado y personal, la mar de agradable.
Lo de las gafas fue algo increíble.
Muchas gracias a todos.
Historias como estas deberían ser cuidadosamente colocadas en las estanterias de nuestros recuerdos.
Saludos.
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