Esta vez sí que, por fin, llegamos al sitio a la primera. Elegimos bien la salida de la autovía y todo. Algo raro (sería el azar). Y tras recoger los dorsales bajo un calor que agobiaba lo primero es lo primero: al bar a por el cafelito y al váter a... bueno, a aligerar peso.Ya con todos los deberes hechos nos buscamos una sombrita desde donde ver las pruebas de la milla, que tela qué manera de correr rápido. Allí junto a nosotros se encontraba José Mª Odriozola y como nadie se atrevía por vergüenza a llamarlo para hacerse una fotito pues allá que fui yo. Y aceptó de muy buena gana. Será porque me reconoció de otras carreras y pensó que yo era casi élite, jeje. Se quedó con nosotros un ratito charlando. Bueno, más bien fue un monólogo de Antonio Carvajal con él.
Enseguida empezamos a calentar y yo fui prudente sabiendo que iba a haber retraso. Efectivamente casi 25 minutos de retraso para ser exactos. Pero no pasa ná, así íbamos con el fresquito. La salida bien excepto una caída de uno en la zona central que hizo tropezar a varios atletas, pero nada de importancia.
Y una sorpresa: recorrido distinto al habitual y encima era mejor y más llevadero. Pasamos a espaldas de la mezquita y todo. Muy ameno y se te hacía más corto que el anterior. Tras pasar la meta el último se dió paso rápidamente a las medallas. Y no veas lo que subía al podio: lo mejorcito. Con el rollo de que era Cto. de España había bastante nivel. Aunque más en veteranos que en senior, que aún están de vacaciones muchos.
Luego las duchas en el campo de futbol y a cenar al centro comercial que hay allí. Entramos a un McDonalds (padre, he pecado) y hasta estaba allí el ochocentista Marco. Y si él va al McDonalds y corre así de rápido no será tan malo para mí, que no corro ni patrás.
Ya la vuelta al pueblo fue amena con un Carvajal en estado de gracia que no paraba de hablar, lo cual vino bien para que Juan no se quedase dormido. Y aquí dejo unas fotos para hacer como los notarios: "doy fe".
No hay comentarios:
Publicar un comentario